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Fitoterapia

fitoterapia

Las Plantas fueron desde tiempos inmemorables la materia prima para un sin fin de elementos que hoy en día nos rodean y tomamos como cotidianos, la ropa que usamos, los muebles de nuestra casa, el papel sobre el que está impreso este texto, la leña, el alimento que comemos, el caucho, el petróleo, el alimento para el ganado, etc. Ancestralmente esta relación Humano – Planta era consciente, respetada y valorada, actualmente con la tecnología y globalización se fueron buscando formas para que estos productos que originalmente provenían de los vegetales, se sinteticen, esto quiere decir que sean elaborados bajo condiciones de laboratorio.

Las Plantas medicinales fueron las primeras en entrar en este sistema de reemplazo, hoy en día los remedios que consume la sociedad derivaron originalmente de un ejemplar vegetal, y fueron posteriormente sintetizados para concentrarlos en una pastilla de acción “rápida y práctica”. Éste proceso fue uno de los principales influyentes en la desconexión con la fuerza de la naturaleza. Se dejó de creer en la efectividad de la planta, y se dejó de escuchar la voz del propio cuerpo.

Hoy es momento de investigar, es momento de cuestionar y buscar el camino propio en relación a la salud, es momento de empoderarnos de nuestro cuerpo y comenzar a sentir que cosas y situaciones nos hacen bien y cuales no.

La Fitoterapia, también conocida como herbolaria que es el uso extractivo de principios activos de plantas con fines terapéuticos para tratar o prevenir patologías, se hace visible en medio de este contexto, como herramienta para conectar las plantas, el mundo natural y nuestro cuerpo. A sí mismo la herbolaria cuenta con una larga tradición tanto en occidente, existiendo en Europa tratados sobre los usos y efectos de las plantas, como en oriente formando parte de la vida cotidiana en numerosos países.

La Medicina integral se ocupa del individuo en su globalidad, considerando al organismo como un sistema completo e integral, no como un conjunto de partes independientes. Una de las bases importantes a establecer entonces es que las emociones, pensamientos y espíritu juegan un papel tan importante en la salud como lo es el estado físico. En el proceso que lleva a alcanzar el bienestar, recuperar la salud, o mejorarla, debe estar implicado todo el individuo: Cuerpo – Mente – Espíritu.

De la misma forma que nuestro cuerpo funciona como un todo interconectado, el efecto total de la planta es mucho mayor que la suma de los efectos de sus componentes por separado, por lo que si consideramos a las plantas como una fuente de obtención de compuestos químicos aislados, estaremos limitando su capacidad curativa, porque pueden actuar mas allá del nivel físico, potenciando nuestra Fuerza Vital.