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Inflamación intestinal

La inflamación es un proceso natural y necesario, ya que es la forma que tiene el cuerpo de comunicar que algo está sucediendo en un sector e iniciar un protocolo de alarma. Este proceso lo realiza através de la acción de citoquinas (también llamadas citocinas) las cuales son proteínas pequeñas que se podrían denominar como los agentes responsables de la comunicación entre células. Éstas son producidas por diferentes tipos de células pero mayoritariamente células del sistema inmune y son las responsables de respuestas como la inflamación, diferenciación y maduración celular, respuesta inmune. Existen citocinas proinflamatorias y aquellas antiinflamatorias, las cuales en un cuerpo saludable están en equilibrio, pero cuando este se altera predominan aquellas inflamatorias.
Lo que sucede en la actualidad es que debido a nuestros hábitos diarios y alimentación, el cuerpo recibe muchos estímulos ante los cuales es posible reaccionar como una psible amenaza.
Los intestinos es la parte de nuestro sistema digestivo en la cual se realiza mayoritariamente la absorción de sustancias, dentro de los intestinos tenemos también gran parte de nuestra microbiota, la cual cumple funciones orgánicas súper importantes. Cuando los alimentos que ingerimos no respetan la salud intestinal completa e incluso dañan la microbiota de esta zona, puede comenzar a ocurrir conflictos en la absorción, al mismo tiempo que muchas toxinas pueden filtrarse a la sangre, debido a la permeabilidad que van adquiriendo las células del intestino. Cuando esto sucede las alertas en nuestro organismo crecen ya que nuestro sistema inmune cuyo lema es “discernir entre lo propio y lo ajeno” comienza a detectar que algo externo y posiblemente dañino está ingresando a sangre, creando de esta forma inflamación y mayor permeabilidad intestinal

“El aumento de la permeabilidad intestinal es la causa de varias enfermedades y sintomas prevalentes hoy en día, que tienen en común inflamación celular (…) La reacción inmune desencadenada genera un círculo vicioso, ya que al aumentar el daño de la pared instestinal por la inflamación y la generaci´n de anticuerpoa, se vuelve cada vez más disfuncionall, dejando pasar partículas cada vez más grandes y generand: inflamación generalizada, intolerancias alimentarias, enfermedades autoinmunes, malabsorción de nutrientes, sobrecarga de toxinas en el sistema hepático, entre otros”

Florencia Dafne Raele

Algunos de los hábitos que crean desarmonía en este zona del cuerpo son:
* La alimentación: dentro de esta los ultraprocesados, lácteos industriales, azúcares refinadas, cereales refinados y una baja ingesta de frutas y verduras lo que es igual a poca fibra.
* Existe una relación directa entre nuestro intestino y cerebro, por lo que las emociones también son importantes a la hora de hablar de inflamación y tracto intestinal. De hecho se ha demostrado que parte de la serotonina (conocida como la hormona de la felicidad) en nuestro cuerpo es secretada en nuestrs intestinos y tiene relación directa con la salud de la microbiota.
* El consumo de fármacos también puede dañar y afectar nuestro tránsito intestinal y el grado de inflamación en el organismo

“El Sindrome del intestino irritable tiene cuatro causas fundamentales principales: la dieta, las intolerancias alimentarias, el estrés y la disbiosis (un microbioma intestinal alterado), y al conocerlas, ya podemos ver la flecha que nos indica las soluciones. En la mayoría de los casos, hay una combinación de todos o varios de estos al mismo tiempo. A menudo, una causa lleva a otra. Por ejemplo, es posible que sea más intolerante a los lácteos de lo que cree, y esto podría ser el desencadenante principal de los gases y la hinchazón, e incluso del estreñimiento o las heces blandas, pero con el tiempo, esta intolerancia también causa inflamación en el intestino, lo que a su vez provoca que desarrolle “disbiosis” (flora intestinal desordenada) que conduce a gases, hinchazón y otros síntomas”

Aviva Romm

Algunos hábitos que benefician a este sistema inflamado pueden ser:
* Evitar alimentos refinados. Una buena opción en la transición es poder reemplazar ciertas harinas por sus versiones integrales más completas ó también poder abrir el panorama de harinas que no provienen estrictamente de cereales con gluten, como el trigo sarraceno, harina de arroz, garbanzos, ó almendras. La clave está en poder empezar a generar hábitos donde la fuente principal de alimento no sean los carbohidratos.
* Fortalecer nuestra microbiota con el consumo de fermentos, caldo de huesos y probióticos. Para esto es importante generar un registro, por que si nuestro grado de inflamación es muy alto, ó estamos en presencia de un sobrecrecimiento bacteriano, cierto consumo de fermentos como kefir, chucrut, kombucha puede no ser una opción tan agradable, ya que la irritación y disbiosis que sostiene ese intestino puede no soportarlos. En este caso es mejor elegir fuentes de bebidas probióticas más fáciles de asimilar que se pueden conseguir en tiendas naturistas.
* Las emociones tienen un rol muy importante en la salud intestinal, por lo que igual de importante es preguntarnos que sucede a la hora de comer, ¿Cómo comemos? ¿Qué estamos sintiendo?
* Incrementar el consumo de frutas y verduras (No en el caso de SIBO)
* Evitar el uso de fármacos sin prescripción médica e innecesarios.
*Ejercicio físico: Priorizando los momento de no ingesta para moverme, incentivamos al cuerpo a consumir la grasa y no la glucosa, por lo que disminuímos las moléculas inflamatorias que pueden llegar a liberar los adipocitos (células que forman tejido adiposo) cuando sobrecargan y colapsan. Encontrando un equilibrio entre músculo y grasa

Aquí también te comparto una nota anterior del blog donde te cuento más sobre la microbiota: https://www.puentemedicina.com/probioticos-y-prebioticos/

Algunas plantas que ayudan en los procesos de inflamación intestinal pueden ser:
Cúrcuma (Curcuma longa):
La cúrcuma es excepcionalmente rica en antioxidantes, que reducen el estrés oxidativo. El estrés oxidativo es un proceso biológico normal y, aunque puede acelerarse o disminuirse con elecciones alimenticias y de estilo de vida, siempre existe. Disfrutar de alimentos ricos en nutrientes que están llenos de antioxidantes naturales y complejos como la cúrcuma es una excelente manera (incluso podríamos decir que es necesaria) de abordar el estrés oxidativo. La cúrcuma también estimula el glutatión. El glutatión es una proteína que se destaca por sus capacidades antioxidantes y su capacidad para apoyar la desintoxicación natural.
Podemos sumar cápsulas con cúrcuma en polvo a diario. Es interesante siempre combinar esta planta con pimienta negra ya que la sinergia entre estas dos plantas hace que los componentes de la curcuma sean digeribles para nosotros.
Jengibre (Zingiber officinale):
Estimula la pérdida de líquidos a través de diversas secreciones corporales como el sudor o la mucosidad, alivia el dolor a través de sus acciones antiinflamatorias al igual que lo hace en casos de cólicos menstruales, siendo gran aliado para el dolor asociado a la menstruación con signos de frialdad y estancamiento.
Por su acción antiinflamatoria y dispersante, alivia el dolor en casos como osteoartritis y la artritis reumatoide. Puede utilizarse de forma externa en polvos ó macerados en aceite.
Aloe (Aloe barbadiensis miller):
El gel de aloe contiene polisacáridos mucilaginosos que tienen acciones calmantes y demulcentes, reduciendo la inflamación de las mucosas y la piel. Recubre el tracto digestivo y tiene actividad antiulcerosa. El gel de aloe ayuda a tratar afecciones inflamatorias digestivas superiores, como hiperacidez, úlceras pépticas, colitis ulcerosa, hemorragia intestinal y lesiones gástricas. También ayuda a reducir la inflamación del tracto digestivo causada por la radiación o la quimioterapia. Este gel lubrica el tracto digestivo y tiene acciones laxantes suaves, también alivia el tracto respiratorio y ayuda a tratar el dolor de garganta, la laringitis o la tos seca. 

Espero que esta información les sirva para acompañar su día a día
Gran abrazo
Daniela