Esta frase la repetí una y otra vez desde que comenzamos el viaje de este taller. La repetí para recordar, para sentirla en diferentes tns de voz, hasta que tenga un color, un olor, un tono. Hasta que deje de ser poema y pase a ser verdad, esa que se suma al cotidiano, esa insconciente que se siente más que ninguna. Esa que transforma los días con su presencia.
Verdad
La tierra tiene historia y somos parte de ella.