Nuestro sistema respiratorio es completamente maravilloso y perfecto. Es quien se encarga de generar el intercambio de dióxido de carbono y oxígeno, a este proceso se le denomina hematosis.
Nuestro sistema respiratorio superior está completamente cubierto por mucosas, ésta no sólo es una gran barrera para posibles patógenos, sino que también cumple funcines de regulación de la temperatura, entre otras cosas. El moco no es para nada el villano de la historia, en cambio es un gran aliado en nuestra salud y lo que buscamos es que pueda fluir con tranquilidad y seguir su curso.
Para esto, existen plantas llamadas expectorantes, las cuales ayudan a fluidificar este mucus y facilitan el reflejo de la tos. Entre ellas encontramos muchas plantas aromáticas como el tomillo, la salvia, el orégano.
Otro grupo de plantas importantes para este sistema son las demulcentes, las cuales ayudan a equilibrar el moco, en caso de que tengamos tos seca, al mismo tiempo esta demulcencia puede diluir y aumentar el volumen de la mucosidad, lo que ayuda a la salida de la misma.
Por esto para nuestro jarabe respiratorio vamos a elegir plantas que combinen estas acciones, ayudando a expectorar, subir el sistema inmune y regulando la mucosidad.
Un jarabe es la forma tradicional de volver más agradable a los remedios, en general los grandes contenidos de azúcar presentes en estas preparaciones actúan como conservantes. De todas formas recomiendo guardar en la heladera y preparar lo que estamos seguros de consumir, con estas concentraciones que comparto de azúcar/infusión nuestro jarabe podrá durar hasta un mes en heladera.
Ingredientes:
2 cucharas de hojas de Tomillo (Thymus vulgaris)
3 ó 4 rodajas de Jengibre preferentemente fresco (Zingiber oficinale)
1/2 rama de Canela (Cinnamomum verum)
1 taza de Agua
media taza de Azúcar integral
Procedimiento:
Calentar agua junto con el rizoma de jengibre y la canela hasta que rompa hervor, esperar 5 minutos, apagar el fuego y mezclar nuestra decocción en un recipiente resistente al calor junto con las hojas de Tomillo. Dejar macerar una hora aproximadamente.
Luego de esto llevar a fuego mínimo para que gane calor y agregar la azúcar lentamente revolviendo. Guardar en heladera, preferentemente en botellas para menor intercamabio con el ambiente.