La miel se ha utilizado durante miles de años, en todo el mundo. Tiene muchos beneficios para la salud, pero es más conocida por ayudar a su sistema inmunológico debido a sus propiedades antibacterianas y antivirales.
La miel cruda contiene enzimas beneficiosas, pequeñas cantidades de propóleo, polen y cera de abeja, que ayudan a estimular el sistema inmunológico. Se ha demostrado que la miel ayuda al cuerpo a combatir las infecciones al estimular el sistema inmunológico. Una forma de agregar realmente un impulso de fortalecimiento inmunológico es infundir ajo en la miel.
La mejor miel es definitivamente la miel local, cruda. Cuando la miel se mantiene en su estado natural, todavía contiene muchos de sus aspectos beneficiosos. La miel procesada, que generalmente se encuentra en el supermercado, se calienta y pasteuriza, lo que elimina las enzimas y propiedades beneficiosas. La miel cruda contiene pequeñas cantidades de polen, cera y propóleos de la colmena. Estos otros productos de las abejas también contienen propiedades curativas.
Muchas veces me consultan si es mejor conseguir alguna miel certificada, desde mi experiencia recomiendo conseguir una miel que se produzca en un espacio idealmente alejado de monocultivos, ya que de esta forma evitamos el agregado de pesticidas.
Ingredientes:
– Una taza de miel
– Dientes de ajo crudos (lo suficiente como para llenar de 1/3 a 1/2 frasco)
Procedimiento:
Simplemente corte los dientes de ajo y agréguelos a un frasco, luego coloque la miel. Es importante que ésta los tape por completo. Mezclar bien para que se integre. Dejar reposando el ajo y la miel en un lugar fresco y oscuro durante unos días, idealmente 10 días. Si queremos podemos mezclar la preparación cada dos días. Luego de esto podemos usarla, no es necesario colarla, de hecho ¡los ajos caramelizados quedan deliciosos!
Vínculo:
Podemos sumar esta miel como aliño a nuestras comidas, idealmente cuando el plato esté servido, de esta frma no estaremos perdiendo las propiedades de la miel a causa del calor ¡Es realmente RIQUÍSIMA!
También podemos sumarlas a nuestras tostadas, meriendas ó desayunos.
Podemos consumir dos ó tres cucharadas al día si queremos aumentar la inmunidad ó ayudar a expectorar