Los ciclos de la Luna

“El mundo era una biblioteca y sus libros eran las piedras, las hojas, la hierba, los arroyos y los pájaros y animales que compartían con nosotros las tormentas y las bendiciones de la Tierra. La observación tenía sus recompensas. Creció el interés, el asombro, la admiración, y se apreció que la vida era mucho más que una mera manifestación humana: se expresaba en multitud de formas”. 

—Jefe Luther Standing Bear, Oglala Lakota

Si la luna puede afectar nuestros océanos, provocando así las mareas, ¿no es lógico suponer que otras aguas también pueden verse afectadas? ¿Cómo se hace esto? ¿Realmente nos afecta a nosotros también?

Lunáticos – la luna y su magnetismo
Este efecto tan conocido de la luna y las aguas tiene que ver con las leyes de la gravedad y la atracción gravitacional de la luna. Isaac Newton dio credibilidad a la teoría de que aunque el sol es muchas veces más grande que la luna, la luna está mucho más cerca de la tierra, lo que permite que su atracción gravitacional sea más fuerte y nos afecte más.
Se aceptó, pero se continúa investigando y se estableció que durante las lunas llena y nueva, la atracción de la luna es más fuerte y no solo atrae a los océanos, sino que también atrae el agua subterránea más cerca de la superficie, lo que a su vez ayuda a las semillas para germinar y crecer.
El investigador Dr. Frank Brown de la Universidad Northwestern realizó una investigación Botánica en la cual encontró que incluso las plantas que no vieron la luna, absorbieron más agua durante la luna llena.

La luna cambia sus cuatro fases y completa su ciclo en alrededor de 28 días. Este gran astro tiene mucha influencia, acompaña el movimiento de los flujos en la Tierra, tanto aquellos que laten en plantas como animales, vida micro y macro.

Dentro de las plantas encontramos la Savia vegetal, la cual es el principal fluido, es quien transporta a través de ella nutrientes y sustancias orgánicas. Esta Savia fluctúa dentro de la planta acompañada de la energía lunar que se exprese en el cielo. La Naturaleza está repleta de latidos, pulsos, ciclos.

Fases de la luna

Esquema tomado del libro – Jairo restrepo

Luna llena

Esta fase lunar siempre tiende a ser festejada y aplaudida pues es aquella en la que nuestra energía se encuentra más exaltada. Según el signo por el cual esté pasando esta fuerza que expande y agranda puede sentirse mayoritariamente en el plano emocional, físico ó espiritual Llena, hay algo que culmina se cierra, toma forma.
El sol y la luna están en lados opuestos de la tierra. La luna sale por el este alrededor de la puesta del sol, saliendo un poco más tarde cada noche.
La atracción gravitacional es alta durante este tiempo creando humedad adicional en el suelo. Después de la luna llena, la luz de la luna disminuye poniendo energía en las raíces.
La luna no tiene fases aisladas, sino que cada momento es una sumatoria de lo que sucedió en sus períodos transcurridos, la cara que refleja la luz solar es mostrada y nuestro amado astro se ve resplandeciente en el cielo. En plenilunio la energía está hacia afuera, los cortes, heridas sangran más y tardan en cicatrizar.
Las plantas medicinales de parte aérea tienen mayor fuerza y los árboles podados en esta fase son propensos a enfermarse ó entrar en desequilibrio. Las plantas están ganando más líquido alrededor de la luna llena.
Las parteras y comadronas tienen mayor trabajo, al mismo tiempo que en el campo los animales nacen, aumenta la fertilidad en la tierra en todos sus aspectos. La luz de plenilunio es muy especial para el reino vegetal, ya que además de bañarse con la luz del sol, por la noche lo hacen con la luz de luna.
Esto ha sido estudiado encontrando que las noches de luna llena favorecen procesos metabólicos de síntesis, formación.

Luna menguante

Luego del momento cúlmine en que nuestro amado astro se llena, comienza lentamente a menguar, vaciarse. Este período se conoce como aguas abajo, la savia vegetal comienza a dirigirse hacia la tierra, haciéndose presente especialmente en la parte baja de los tallos y raíces.
La luna sale a medianoche (aparece en lo alto cuando sale el sol) y se pone alrededor del mediodía.
Durante esta fase, hay una disminución de la atracción gravitatoria, menos luz de la luna y un flujo mínimo de fuerzas vitales, el lado oscuro de la luna. Se considera un momento de tranquilidad; un tiempo para retroceder, reflexionar y reorganizar. También es el momento de cultivar, desyerbar, cubrir con mantillo y deshacerse de las plagas.
Esta fase lunar es ideal para almacenar conservas ó hierbas en frascos, disminuyendo la probabilidad de que se contaminen ó enrancien. Las heridas cicatrizan mejor y los procesos de digestión son más llevaderos, las podas tanto de árboles como de hierbas durante este período aguas abajo es mas efectiva ya que la savia vegetal no se pierde.
La siembra de hortalizas que se desarrollarán bajo tierra se ve particularmente beneficiada. Los abuelos dicen que es el momento de mover colmenas y castrar animales.
Si desea disminuir el crecimiento del pasto, es un buen momento para cortar.

Luna nueva

En esta fase porta la medicina de la limpia, es un momento especial asociado a la siembra, aquí comienza el proceso que se transitará luego durante los 28 días del ciclo lunar completo. Desde antaño se considera el novilunio como día de ayuno, no sólo de alimentos sino también de hábitos y costumbres que queremos abandonar, la energía lunar impulsa al cuerpo hacia una mayor eliminación de toxinas y depuración.
Como es adentro es afuera.
Esta luna es un gran momento pues, para sahumar, limpiar la casa y deshacerse de objetos materiales estancados. Los cortes ó heridas cicatrizan con facilidad y tienen menor posibilidad de infectarse. La energía en el mundo vegetal se concentra en las raíces siendo un buen momento para cosechar plantas medicinales y alimenticias cuya parte más desarrollada sea subterránea.

Luna creciente

En el cielo brillando y dando pulso está la luna. La fase creciente como la palabra lo expresa está creando, propulsando y gestando aquella semilla que se sembró en Luna Nueva. La energía comienza a fluir hacia afuera, hacia el vínculo, la generación y expresión.
La savia en el reino vegetal se encuentra transitando hacia sus hojas, flores, frutos y parte aérea. Todo crecimiento necesita de una energía que ingrese y al mismo tiempo sea guardada, almacenada, puede ser alimento en su forma más tangible, pero también puede ser emociones, conocimiento ó hábitos (entre otras tantas opciones) en los planos más sútiles.
El período de creciente a llena es muy recomendable para sembrar plantas que se desarrollen más en parte aérea (flores, frutos, hojas)Al mismo tiempo las fuerzas de crecimiento, reproducción y germinación de las hierbas aumentan
Comienza donde el sol y la luna parecen estar en el mismo lugar. La luna sale con el sol y apenas parece visible. La gravedad lunar atrae el agua hacia arriba; junto con el aumento de la luz de la luna, creando un crecimiento equilibrado de raíces y hojas.
Es un tiempo para nuevos comienzos: crecimiento y germinación.

La tierra respira

La teoría de la siembra lunar da historias y personifica los ritmos por los cuales podemos vivir en la práctica agrícola. A medida que la luna realiza su viaje de 28 días alrededor de nuestro planeta, asciende y desciende a través de los 12 signos del zodíaco. Maria Thun, quien pasó muchos años investigando la eficacia de la teoría de la plantación lunar, explicó que a medida que la luna se eleva desde el punto más profundo en el signo de Sagitario hasta el punto más alto de Géminis, la tierra está exhalando. Luego, a medida que la luna desciende desde el punto más alto, hasta el punto más bajo de su órbita, la luna está inhalando
Esta idea sugiere que ciertas actividades agrícolas están de acuerdo con la energía de la inhalación y la exhalación, y se llevan a cabo mejor cuando están de acuerdo con esos tiempos energéticos del ciclo lunar, trabajando a favor de la energía disponible. El período en que la luna asciende en su órbita (la tierra exhala) es el mejor momento para que el jardinero siembre, trasplante o coseche cualquier cosa que produzca sobre la superficie del suelo. Esto incluiría todos los cultivos de flores, frutas, cortezas u hojas. A medida que la tierra exhala, el aliento de la tierra se está moviendo y ayudando a estas plantas aéreas a crecer desde la superficie de la tierra.
El período en el que la luna desciende en su camino orbital (la tierra está inhalando) es el mejor momento para que el jardinero modifique el suelo, controle las plagas, controle las malas hierbas, pode, coseche y plante cultivos subterráneos. Los cultivos subterráneos incluyen todo lo que se cosecha para la raíz, el tubérculo o el rizoma. A medida que la tierra inhala, atrae hacia sí el alimento de las enmiendas, estabilizando y energizando las raíces de las plantas. 
¿Significa esto que la tierra tiene un ciclo respiratorio de 14 días de inhalación y 14 días de exhalación? No, pero esta alegoría sobre la tierra, la luna y cómo su danza afecta la vida en este planeta ha ayudado a la gente a sistematizar su trabajo durante siglos. Poder ver a estas entidades viviendo y respirando como nosotros nos ayuda a vernos a nosotros mismos como parte de estos ritmos y ciclos en lugar de estar separados de ellos. 

A veces, a pesar de todas nuestras buenas intenciones de plantar, cubrir o trasplantar, etc. en un día o fin de semana en particular, cuando llega el momento de realizar el trabajo, no podemos hacerlo, esto también es parte de nuestro ciclar y nuestros sentires. La intención con este texto es traer a la luz, la influencia que tiene aquello que muchas veces vemos como -externo y lejano – remarcando así nuestra conexión cual tejido.