El tiempo de otoño trae una energía sumamente particular, luego del fuego que quemó en el verano, todo tiende a relantizarse, incluso nuestros hábitos y ganas de compartir.
En la Naturaleza las plantas comienzan a pausar su desarrollo de brotes, incluso muchas de ellas pierden sus hojas como señal de recambio. En las plantas este tipo de muerte es abrazada y forma parte del ciclo, de hecho a nivel celular está la configuración para hacerlo.
A nivel de los elementos, el viento se hace presente en esta estación, de hecho para el Ayurveda, el otoño es una estación donde la energía Vata (compuesta por éter y aire) se encuentra en expansión, la piel suele resecarse más, al mismo tiempo que la nariz y tracto respiratorio. Nuestros pensamientos pueden llegar a moverse y activarse en demasía.
La palabra equinoccio significa ‘noche igual’, y hay dos equinoccios cada año, uno en marzo y otro en septiembre. Estos equinoccios marcan el punto medio entre las dos temporada extremas en aquellos climas que sean estacionales: el invierno y el verano, al mismo tiempo que significan el comienzo de las estaciones de primavera y otoño. En este día, la Tierra está posicionada de tal manera que los rayos del sol brillan directamente sobre el ecuador, proporcionando a los hemisferios norte y sur cantidades relativamente iguales de luz y oscuridad (alrededor de 12 horas de día y noche)
El suelo todavía está cálido y lo suficientemente suave como para cosechar raíces. Las frutas y semillas que quedan en la planta han madurado completamente y se han secado por sí solas, por lo que no necesitan más secado o procesamiento antes del almacenamiento. Desde muchas cosmovisiones se habla del Otoño como la época de la cosecha, ese momento en el cual recibimos todo lo que se gestó y culimnó su energía durante el verano, al mismo tiempo quienes hacemos huerta sabemos que es el momento donde aquellas plantas de fruto comienzan a apaciguar su producción y en el caso de hierbas anuales a terminar sus ciclos.
El invierno es el momento para ir hacia adentro, la autorreflexión y reducir la velocidad para conservar energía, acurrucarse para leer un buen libro ó tomar entre tus manos una buena taza de infusión caliente.
Como buen opuesto complementario del verano, en invierno las horas de sol disminuyen mucho, todo este proceso de llevar hacia adentro que venimos palpitando y pulsando durante el otoño, comienza a tomar más seriedad, la luz del sol nos invita a estar activos mientras refleja, y respetar aquellos momentos donde la noche nos trae quietud, por esto un de los grandes consejos de invierno es que cuando el sol se ponga más temprano, mejor comer algo ligero y apagar los aparatos electrónicos, casi como una practica de hibernación.
Al mismo tiempo nuestra alimentación en esta estación se vuelve mucho más suculenta y caliente, esto sucede casi de manera inconsciente, ya que nuestro cuerpo requiere de este tipo de energía, los tubérculos, guisos, frutos secos y sopas toman un protagonismo importante durante los meses fríos.
Agregar especias calentantes puede ser de gran ayuda en estos momento, algunas de ellas pueden ser el jengibre(Zingiber officinalis) , canela ( Cinnamomum verum ), clavo de olor ( Syzygium aromaticum ), cilantro, anís ( Pimpinella anisum ) e hinojo ( Foeniculum vulgare ) ya que ayudan a la circulación, lo que mantiene la región lumbar o renal cálida.
Acá les regalo esta hermosa receta otoñoinvernal, simple pero poderosa:
La leche dorada es una infusión maravillosa para una noche de invierno. La cúrcuma ( Curcuma longa ) es antioxidante y buena para la salud de los huesos y las articulaciones. Se puede añadir creatividad según gusto y variar la elección de leche.
Puede usarse leche de nuez, de coco, de semillas de zapallo, de origen animal ó combinaciones de ellas.
Ingredientes
3 tazas de leche vegetal (o de vaca)
3 cucharaditas de raíz de cúrcuma molida
½ de cucharadita de pimienta negra molida
½ de cucharadita de canela molida
¼ de cucharadita de jengibre molido
Una pizca de cardamomo molido
Una pizca de nuez moscada
¼ de cucharadita de aceite de coco
Procedimiento:
Combinar todos los ingredientes (menos el aceite) en un recipente resistente al calor, batiendo a fuego lento por aproximadamente 15 minutos. Filtrar, servir y agregar el aceite de coco. ¡Disfrutar!