Alimentación y energética

Que alimentos es recomendable evitar

  • Trigo: El trigo es omnipresente en nuestra alimentación, lo consumimos aún sin saberlo e incluso añadiendolo a recetas que no son estrictamente necesarias como ingrediente. Es un alimento inflamatorio y dañino para nuestro cuerpo. En la historia de la agricultura el trigo sufrió muchas modificaciones para ser un cereal con alto rendimiento, fácil procesado y poco dañado por plagas. Esto llevó a que no tenga nada que ver con los trigos más antiguos y que desarrolle unas sustancias llamadas inhibidores de enzimas, que provocan inflamación, entre otros.
  • Azúcares sencillos y refinados: Sea azúcar blanco, mascabo, azúcar de coco, estrictamente hablando en la alimentación no nos aportan nada más que calorías. En la naturaleza no existen los alimentos con estos extremos dulces, por lo que son producto de la industria, y nuestro organismo tampoco es muy hábil regulando los picos de glucosa en sangre que producen. Otros grandes aspectos es la gran estimulación del circuito de recompensa cerebral y la adicción que esto da. Azúcares más naturales como las frutas, los tubérculos y algunas verduras pueden forman más armonía en nuestra comida diaria. No es necesario eliminarla por completo, pero si graduar su consumo.
  • Lácteos: Los lácteos no dejan de ser productos con altos contenidos de antibióticos, estrógenos y hormonas de crecimiento.
    Cuando superamos la niñez, dejamos de producir la enzima lactasa, que se encarga de digerir el azúcar de la leche, la lactosa. Por eso tantas personas
    son intolerantes a la lactosa. Pero las caseínas, las proteínas de la leche, son grandes y complicadas de digerir, por lo que nuestro sistema
    inmune puede marcarlas como extrañas e iniciar una acción inmunitaria. Por todo ello, no es un alimento recomendable, por lo menos no crudo (sin fermentar) y no para todas las personas.
  • Grasas trans e hidrogenadas: Son el tipo de grasas que favorecen la formación de citocinas inflamatorias y pueden “ocupar el espacio” de grasas saludables. Las encontramos en embutidos, alimentos procesados, bollería, margarinas, patatas de bolsa, fritos, etc. El consumo de grasa trans aumenta las concentraciones de colesterol en la sangre y el riesgo de padecer una cardiopatía.
  • Alcohol: Tenemos que asumir que el alcohol es un tóxico sea del tipo que sea. Su toma esporádica y consciente no sería un problema, pero su toma diaria es una fuente de intoxicación importante para nuestro hígado.
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